Song Kang-ho es de esos actores que solos pueden llevar el ritmo de una pelicula, en base a sus interpretaciones poderosas, humanas y llenas de realismo, sabiendo capturar en sus expresiones todo lo que una persona comun y corriente puede llegar a sentir en situaciones limites a las que se expone, sea como un padre vengador (Simpathy for Mr. Vengeance), un policia obsesionado (Memories of Murder) o en como un oficial del ejercito de corea del sur con sendas loas pacifistas (JSA), un camaleón en todo el sentido de la palabra.
Ahora nos toca ver esta The Show Must Go On, en donde encarna a un gangster de poca monta que cierra un trato para llevar a cabo un proyecto mobiliario, tiene una familia que conoce de sus actividades criminales y un jefe que lo tiene en alto, incluso considerandolo como un hermano por su lealtad y respeto a los codigos de la mafia.
Su personaje, se encuentra en el final de su carrera criminal y sabe que es su unica oportunidad para lograr el dinero que le es esquivo, sin embargo, la codicia del hermano de su jefe, quien le pide una tajada de su negocio, hace que se enfrente contra este, mientras hace un recuento de su vida y decide apartarse de la mafia para dedicarse a su familia la cual esta a punto de dejarlo, pero el proceso de salir del crimen, se le complica y debe tomar decisiones extremas para lograr su cometido.
Estamos ante una actuación monumental que engrandece a esta realista cinta, mezcla de comedia, drama y acción, en donde Kang-ho se debate entre su vocación criminal por fin en ascenso y la desdicha de no ser un buen padre puesto que su hija lo odia y espera verlo muerto y su esposa abnegada esta a punto de perder la paciencia. Su personaje se debate entre dejar la mafia y dedicarse a su familia, intentando lograr el sueño de vivir en un suburbio como una persona normal, pero que debe aceptar sea por destino o por el infructuoso azar que lo unico que sabe hacer es ser un criminal.
Entre la parodia gangsteril y el drama humano minimalista, Song Kang Ho, construye un personaje simpatico e incluso entrañable, violento al momento de cumplir su trabajo pero torpe, tan torpe que no puede afrontar una huelga de trabajo en el edificio que construye, no puede sobrellevar una reunión con el maestro de su hija que tiene que comprarlo con un vale de dos millones de woks en un Night Club, su mejor amigo es miembro de la mafia enemiga y no puede sobrellevar el peso que su hija no lo quiera, tantas aristas que resultan comicas y caricaturescas pero que dibujan una personalidad que no sabe hacer otra cosa que ser gangster a pesar que su lado humano y ternura, hacen que se convierta en un ser humano excepcional preocupado del futuro de su familia y que sabe que lo unico que sabe hacer: delinquir es lo unico que puede darle un porvenir a sus hijos, aunque tenga que perderlos en el proceso.
Lo excelente de la propuesta quizas ya revisada en cintas como A dirty Carnival, la redención de un gangster frente la posibilidad de mejorar su vida, es que el director Han Jae-rim nos muestra el mundo de la mafia, al mejor estilo de los Sopranos, lejos del glamour y riquezas a la que el cine coreano nos tiene acostumbrado, nos pone al personaje como si de un trabajador de clase media se tratase, con deudas, problemas familiares, stress y sueños truncos, pareciese que en las circunstancias que el director pone al protagonista que pueden causar sonrisas, existe además el placer enfermizo que no logre sus proyectos, que no pueda alejarse de la mafia a pesar que sabe que lo que hace esta mal y que por ende, haga de este ser humano un personaje mas que entrañable.
Un final demoledor emocionalmente que traduce todo el esfuerzo de la actuación de uno de los actores mas sorprendentes del cine mundial, una pelicula que en manos de otro actor hubiese caido en el olvido, pero en manos de este artesano de las emociones humanas se convierte en una cinta original, extremadamente contemplativa y emocionalmente generosa. Imperdible.
Chowfanmometro: 09/10
LINK:http://www.kangho-ua.co.kr/
Ahora nos toca ver esta The Show Must Go On, en donde encarna a un gangster de poca monta que cierra un trato para llevar a cabo un proyecto mobiliario, tiene una familia que conoce de sus actividades criminales y un jefe que lo tiene en alto, incluso considerandolo como un hermano por su lealtad y respeto a los codigos de la mafia.
Su personaje, se encuentra en el final de su carrera criminal y sabe que es su unica oportunidad para lograr el dinero que le es esquivo, sin embargo, la codicia del hermano de su jefe, quien le pide una tajada de su negocio, hace que se enfrente contra este, mientras hace un recuento de su vida y decide apartarse de la mafia para dedicarse a su familia la cual esta a punto de dejarlo, pero el proceso de salir del crimen, se le complica y debe tomar decisiones extremas para lograr su cometido.
Estamos ante una actuación monumental que engrandece a esta realista cinta, mezcla de comedia, drama y acción, en donde Kang-ho se debate entre su vocación criminal por fin en ascenso y la desdicha de no ser un buen padre puesto que su hija lo odia y espera verlo muerto y su esposa abnegada esta a punto de perder la paciencia. Su personaje se debate entre dejar la mafia y dedicarse a su familia, intentando lograr el sueño de vivir en un suburbio como una persona normal, pero que debe aceptar sea por destino o por el infructuoso azar que lo unico que sabe hacer es ser un criminal.
Entre la parodia gangsteril y el drama humano minimalista, Song Kang Ho, construye un personaje simpatico e incluso entrañable, violento al momento de cumplir su trabajo pero torpe, tan torpe que no puede afrontar una huelga de trabajo en el edificio que construye, no puede sobrellevar una reunión con el maestro de su hija que tiene que comprarlo con un vale de dos millones de woks en un Night Club, su mejor amigo es miembro de la mafia enemiga y no puede sobrellevar el peso que su hija no lo quiera, tantas aristas que resultan comicas y caricaturescas pero que dibujan una personalidad que no sabe hacer otra cosa que ser gangster a pesar que su lado humano y ternura, hacen que se convierta en un ser humano excepcional preocupado del futuro de su familia y que sabe que lo unico que sabe hacer: delinquir es lo unico que puede darle un porvenir a sus hijos, aunque tenga que perderlos en el proceso.
Lo excelente de la propuesta quizas ya revisada en cintas como A dirty Carnival, la redención de un gangster frente la posibilidad de mejorar su vida, es que el director Han Jae-rim nos muestra el mundo de la mafia, al mejor estilo de los Sopranos, lejos del glamour y riquezas a la que el cine coreano nos tiene acostumbrado, nos pone al personaje como si de un trabajador de clase media se tratase, con deudas, problemas familiares, stress y sueños truncos, pareciese que en las circunstancias que el director pone al protagonista que pueden causar sonrisas, existe además el placer enfermizo que no logre sus proyectos, que no pueda alejarse de la mafia a pesar que sabe que lo que hace esta mal y que por ende, haga de este ser humano un personaje mas que entrañable.
Un final demoledor emocionalmente que traduce todo el esfuerzo de la actuación de uno de los actores mas sorprendentes del cine mundial, una pelicula que en manos de otro actor hubiese caido en el olvido, pero en manos de este artesano de las emociones humanas se convierte en una cinta original, extremadamente contemplativa y emocionalmente generosa. Imperdible.
Chowfanmometro: 09/10
LINK:http://www.kangho-ua.co.kr/
estoy ansioso por ver esta peli pero lamentablemente hasta ahora no he encontrado los subtitulos....
ResponderEliminarHola! Me encantaría ver esta película ya que tiene muy buena pinta! donde la puedo encontrar subtitulada (en ingles o castellano) ?
ResponderEliminarGracias!