
Decepcionante cinta japonesa de la cual esperaba mucho mas, por su buena vida en la taquilla, pero que documentalmente resulta fallida y huele a telefilm bien intencionado no logrando captar ese sentimiento y fuerza de aquellas cintas que intentan narrar las viscicitudes de un guerrero, como es este el caso de Genghis Khan.
Dirigida por
Shinichirô Sawai, The Blue wolf, narra desde el nacimiento del lider de los mongoles, en donde su madre es robada por su padre y fruto de ello, nace producto de una violación el futuro Genghis Khan. Luego, se ingresa a su juventud en donde es entrenado para la guerra, asume el mando y se dedica a unificar a los mongoles.
La cinta no pasa de ser un entretenimiento frio y sin cambios argumentales interesantes, transcurre rapida y acelerada siendo un biopic demasiado libre, sin certeza historica y con trivialidades de la historia marcadas por el ritmo de telefilm que le imprime el guionista. Sin pies ni cabeza.
Takashi Sorimachi interpreta a Genghis Khan, de una manera muy pasiva, sin presencia ni fortaleza para encarar a un personaje demasiado apasionante y poderoso, un torbellino de pasiones que este actor no puede plasmar en su poca plasticidad para mutar a los diversos sentimientos que debieron ser captados en la cinta.
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