Dirigida por Prashanth Neel
Una historia distopica en una India controlada por el miedo a una ciudad amurallada gobernada en la obscuridad por una banda criminal que tiene en terror a todo el país es enfrentada con un ejercito de un solo hombre, cuya única aparente rivalidad con este grupo autoritario y demencial es que uno de sus miembros es su mejor amigo de la infancia y le debe un favor que lo defenderá con su vida.
Salaar es una pelicula excesiva y violenta si es que hablamos de una cinematografia tan edulcorada como la India (algo debe estar cambiando porque Animal es otro golpe directo al status quo) pero que en su contra tiene una argumentación tan dificil y desmedida que se vuelve enredada, pero en su parte intermedia se desenreda y nos deja con el sabor de lo que viene, porque si; otra vez estamos ante una pelicula de dos partes.
Y es que Salaar cumple en lo espectacular de sus escenas de acción, el dramatismo inicial y la fuerza de un personaje que le cae a pelos a Prabhas, el nuevo jefe del cine de acción en la India, pero el guión intenta explicar tanto a nivel argumental que la premisa de un hombre dispuesto a todo por su mejor amigo se pierde entre ciudades, delegados y sub tramas que no le hacen bien a la hilación de la cinta.
Pero no es tan malo como parece, porque la pelicula recae en la violencia fisica y extrema de Prabhas quien es tan imponente en pantalla que es capaz de mover las falencias argumentales a un segundo plano y su sola presencia motiva a seguir viendo la cinta y encontrarla interesante en su segunda mitad donde la acción y la tensión van mejorando haciendo que esperemos con ansias una secuela que por lo menos nos libre de tanto exceso argumental y se funda más en la acción que es la principal garantía de esta interesante historia.
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