
Cuando conoci por primera vez los pormenores de esta producción confieso que me emocione, porque la revisión de un genero como el Western por un cineasta, tan terriblemente incomprendido a la vez que fascinante como lo es
Takashi Miikees mas que suficiente razón para mantener expectativas muy altas en su realización. Si a eso le sumamos la participación y aval de Quentin Tarantino en esta cinta, lo que uno se espera de la misma, ya de por si es por lo menos alentador.
Pero cuando uno, intenta ver el cine que le fascina con total objetividad, tan solo puede decir que Sukiyaki Western Django no era lo que uno anhelaba y esperaba y de por si, su visionado se convirtio en una decepción, no total pero si por lo menos, no a la altura de los que no tiene acostumbrado Miike.
La idea parte de hacer un remake de un clasico de Franco Nero, Django, con las libertades que Miike siempre tiene a la hora de filmar, mostrando argumentalmente, la llegada de un pistolero a un pueblo dividido por dos bandos quienes estan tratando de encontrar un tesoro escondido, ambos bandos conviven maniatando a la gente, asesinando impunemente frente a la vista y paciencia de las autoridades.
Esta llegada de un justiciero, iniciara una andanada de tiros y de sangre en donde quizas solo en los minutos finales Miike, hara gala de todos sus recursos para regalarnos el unico pasaje genial de la cinta, un tiroteo final que hara delirar a los amantes de los western en especial los italianos.
Y que le agrega Miike a su nueva propuesta, pues personajes bizarros, japoneses hablando ingles demasiado mal, uno que otro plano mas o menos inteligentes pero al ritmo de la historia nada que haga que la pelicula despegue, es mas en manos de otro director convencional, entendiendo a Miike como algo diferente, el resultado hubiese sido el mismo, el homenaje al Spaghetti Western esta latente, pero la maestria de Miike se ha perdido entre las balas.