Siempre pasa que uno espera una cinta de un genero y termina inmiscuyendose en otra cosa totalmente diferente, y eso, casi siempre pasa en Asia. Rule Number One, una aparente cinta policial de Kelvin Tong, director de Singapur pero afincado en el cine hongkones, se convierte en un thriller de tintes sobrenaturales que de primera impresión pintaba interesante.
Sin embargo, la cinta que, de conocer un poco mas de Tong y de revisar su filmografia casi siempre orientada al mundo fantasmal, se interna en una división de la policia que investiga los crimenes de seres del mas alla, esas llamadas que piden auxilio sobre lo inexplicable son atendidas por este prototipo de cazafantasmas interpretados por Shawn Yue (que mal año) y un irreconocible Ekin Cheng quienes se tienen que enfrentar al fantasma asesino que ataco al personaje de Yue y que paradojicamente fue asesinado por este a través de la ayuda del fantasma de una niña que fue en vida, una de sus victimas.
Que podemos decir de esta cinta, en donde a pesar de ser tecnicamente presuntuosa, el argumento denota mucha lentitud que produce que el espectador que espera de ella, o acción o terror, se queda en un punto medio y hasta muerto, de una historia que en realidad no llega a cuajar nunca. Shawn Yue como es costumbre este año no da pie con el papel escogido a pesar de sus esfuerzos y a Cheng solo puedo decir que se le ve muy ridiculo con ese look avejentado, sin embargo su actuación es regular.
El lente de uno de los directores mas importantes del mundo vuelve otra vez a demostrar el porque es uno de los alquimistas mas innovadores del cine mundial, Jhonnie To nos vuelve a deleitar con una comedia negra filmada de manera muy clasica cercano al polar frances, pero con una elegancia y una seducción en cada una de sus escenas.
Sparrow, nos introduce en la vida de 4 delincuentes carteristas todos conformando una banda que se dedica a hurtar billeteras en las calles de la ciudad, liderados por Kei (elegante Simon Yam), un hombre que vive cada minuto del dia disfrutando de su vida criminal sin excederse y amando la fotografia que es uno de sus hobbies. Una tarde en sus sesiones fotograficas captura la esencia del deseo y la fragilidad de una joven que aparentemente huye de algo, interpretada por Kelly Lin, el nuevo fetiche del maestro To, quedando prendado de ella.
Sin embargo, ella tendrá encuentros furtivos con cada uno de los carteristas de la banda, provocando que los cuatro sin saber entre ellos intenten alcanzarla de alguna manera, inclusive pidiendoles a los cuatro que le ayuden a robar una llave de un mafioso y poderoso lider local, tres de ellos aceptarán y uno tendrá sus licencias sobre la verdadera intención de esta extraña mujer.
To, genial artesano se desenvuelve ultimamente por un tipo de comedia negra e inteligente, estilizada y saturada en detalles sin que esto implique abuso de códigos, es mas esta cinta nos lleva a mezclar el cine de carteristas o de gamblers tipicas del cine Hongkones con la elegancia y buenas intenciones de la comedia americana clasica, siendo la musica en esta pelicula, un componente poderoso de la pelicula, en escenas como el encuentro de Simon Yam con el personaje de Lin, entre otras, reflejando mucho la musica el estado de animo o de climax en los que se ven inmerso los protagonistas.
Luego de unos dias de esperado reposo a tanto trabajo y no, como muchos decian de la soberbia por el premio ganado, empiezo de nuevo a nutrirme de cine, esta vez con esta cinta coreana que de buenas a primeras, tiene muchos elementos para huir de ella pero que luego de verla no deja mas que, la fascinación de una excelente y bienvenida legitima sorpresa.
Y digo que muchos elementos de esta cinta hacian presagiar lo peor, es debido a lo irregular del cine de terror coreano (un genero del que supuestamente trata la pelicula), la tematica del filme de adaptar el cuento clasico de Hansel & Gretel y el uso de niños para atraer a las masas a la historia me sugería del filme lo peor.
Sin embargo, como sucede con las gratas sorpresas uno tiende a equivocarse, Hansel & Gretel desde su inicio te atrapa, quizas por su excepcional puesta en escena muy kitch, llena de color pero a la vez extraña obscuridad o por lo genial de un guión que te lleva por diversos caminos entre el terror casi invisiblemente sugerido, la fantasia, el thriller y hasta el drama, con la presencia de unos actores desconocidos en el panorama del cine coreano pero que a la vez marcan a sus personajes de una forma precisa a la vez que desconcertante.
El argumento es simple, un hombre que tiene a su madre enferma y acaba de pelear con su novia a la que extraña demasiado anda por la carretera camino a casa, pero un accidente lo saca del camino internandose en un bosque en donde, inconciente y golpeado, se encuentra con una candorosa niña que le ofrece refugiarse en su casa, una vivienda escondida en el medio de un bosque demasiado intrigante, al llegar encontrará a una familia compuesta por dos hijos más y una pareja de esposos, demasiado nerviosos, disfuncionales y fingidos que con la llegada del nuevo invitado en el circulo familiar se comportarán extrañamente, impidiendo que el invitado tenga una llamada telefónica o que pretenda irse. Sin dejar huella, los padres desaparecen y le encargan al joven que cuide a los niños lo que conllevará a que descubra muchos secretos y la verdadera razón por la cual los niños se comportan tan bizarramente.
Hansel & Gretel encandila desde un primer momento con esa imagén de fantasia, de cuentos de hadas pero que esconde sintomas de perversión en los personajes de los niños, manipuladores, autodestructivos y ofensivos y que al final, se desenvuelve excepcionalmente en un drama, muy ligado a lo social como es el abuso de menores.
Esta cinta del director de la incomprendida Antartic Journal, Yim Pil-sung, juega con la magia y la fantasia, con la niñez incomprendida y con el miedo a envejecer, con la realidad y con la ficción creando un cuento de hadas que se superpone a varios significados, unos terrorificos y perversos y otros sentimentales y dramaticos que pueden diferir según la optica del espectador por lo que, Hansel & Gretel resulta ser una hoja en blanco, como el notebook de sus protagonistas, donde el espectador puede llevarse mas de un significado a ese final según las sensaciones que cada uno haya tenido en la cinta.
Luego de unas merecidas e involuntarias a la vez, vacaciones regreso al mundo del cine asiatico, con una de las peliculas mas esperadas de la temporada pasada en Corea del Sur, A Man Who was a Superman, el cual marca el regreso a las pantallas de la bella y carismatica actriz Jun Ji-hyun, aquella diosa que nos emociono con cintas como My Sassy Girl o Windstruck.
A Man Who Was a Superman ha sido dirigida por Jeong Yoon-Chul y es la enternecedora historia de un enfermo mental que cree que es Superman y se la pasa ayudando a los demás en las calles de Seoul hasta que su historia llega a manos de una periodista que sin querer entrará en la vida de este carismatico personaje para revelar las causas de su enfermedad y las motivaciones que lo hacen ser tan dadivoso con los demás, descubriendo que se trata a pesar de su locura un ser humano maravilloso.
Entre la comedia y el drama transcurre esta historia quijotesca en la que se cuestiona a un hombre que debido a su locura o quizas mayor lucidez que el ciudadano común, dedica su vida a ayudar diariamente a los demás, se preocupa de la contaminacióm y del deshielo de los glaciares, utiliza su buena voluntad en ayuda del projimo, magnificamente interpretado por Hwang Jeong-min.
Una cinta hecha con la finalidad de atacar directamente el sentimiento y buscar por la calidez del personaje, la lagrima o la risa sutil lo que hace que la pelicula sea notoriamente manipuladora a pesar que, en realidad, la pelcula para mi gusto no es nada del otro mundo, por lo menos entretiene y eso es mas que necesario.
Las peores tragedias de la humanidad son las que son producidas por la intolerancia y el abuso de poder desenfrenado, cuando la mano del hombre es usada para hacer daño a otros sin medir en la intención, nuestra capacidad de resolver nuestros problemas como lo que somos: seres humanos.
Es en Asia, donde la represión de los estudiantes ha sido una constante, debido a que en las Universidades o en los Institutos, los alumnos adquieren conocimientos que los hace reflexionar sobre las tiranias o las censuras impuestas por los gobernantes de turno, siendo en Corea del Sur, el 18 de mayo una fecha historica, la masacre de Gwangju, en donde durante nueve dias fallecieron 2000 personas (entre estudiantes y civiles) tan solo por oponerse a un nuevo regimén autoritario.
En Corea, los años 80 llegaron con el asesinato del Presidente Park Chung-hee, una muerte que trajo la esperanza del fin de un doloroso régimen dictatorial, sin embargo, un golpe de estado militar por parte del Chun Doo-hwan hace enfurecer a la protesta pública por lo que el dictador declaró la ley marcial siendo en mayo de 1980, a pesar que medio Corea del Sur estaba controlada por el poder militar, que una pequeña provincia llamada Gwangju decide rebelarse siendo literalmente tomada por el ejercito quien apelo a toda su fuerza inhumana y brutal para repeler, este acto de libertad y de democracia entre las sombras, a estudiantes y civiles.
Entonces esta pelicula es un homenaje sentido a aquellas victimas, muchas de ellas inocentes, a través de los ojos de un taxista (Kim Sang-kyung) enamorado de una estudiante amiga de su hermano, un idealista estudiante de un instituto, que es la razón de ser de su hermano, estos tres personajes se veran envueltos en medio de la represión y crueldad de los hechos ocurridos en Gwangju, humanizando la tragedia y convirtiendola en uno de los ejemplos de fuerza bruta asesina mas repulsivos de la historia.