Dirigida por Abhishek Pathak
Vuelve en una segunda parte la impresionante historia de Drishyam en una secuela que desde mi opinión antes del visionado la notaba innecesaria pero luego de verla no tengo palabras para agradecer como en un guión impresionante han podido concatenar la tensión y el drama de una familia amenazada por un secreto a voces sobre un asesinato de un joven hijo de una alta funcionaria de la policia que luego del estrepitoso final de la precuela no ha descansado en su voluntad de lograr justicia por la muerte de su primogenito y llevar a la carcel al padre que por salvar a su familia hizo lo imposible para ocultar el crimen.
En un papel que le cae como anillo al dedo,
nos trae de nuevo a ese hombre silencioso, amante del cine y que ahora intenta llevar su pasión a la producción cinematográfica pero el oscuro secreto que lleva toda su familia se logra romper por nuevas pruebas que lo vinculan con el asesinato del joven y que lo llevarán al limite de su inteligencia, para proteger a su familia.Si algo tiene de emocionante y virtuosa esta secuela es el guión, construido a fuego lento, sin apuros, donde nos van mostrando la vida actual de nuestro protagonista en donde aparentemente ha dado vuelta a la pagina, pero oculta hasta a su familia un secreto, el lugar donde enterro al cadaver; hasta que un testigo sale a la luz y vuelven los reflectores a su persona, pero gracias a este fascinante guión se nos plantea un plan bien elaborado mejor o igual de impresionante que en la primera parte, por lo que la secuela se vuelve complementaria a la primera como si se tratase de una sola historia construida en dos partes bien elaboradas y que en su conjunto construyen una magnifica cinta de suspenso y emociones que no dejan impavido a nadie.
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