En epocas, donde Jack Black ha hecho una suerte de parodia homenaje a la lucha libre mexicana con Nacho Libre se me ocurrio revisar esta cinta coreana que, de la mano del extraordinario director, Kim Ji-woon (A bitterweet Life, A Tale of Two Sister), se convertia en una invitación dificil de dejar de lado.
Me considero un seguidor de este director a pesar que no he visto sus primeras peliculas (me queda pendiente The Quiet Family), pero es capaz de pasar del terror, sin encasillarse, a un drama de acción gangsteril y con toques de cine negro sin perder un apice de calidad, por lo que me aventure a ver que tal le iba con la comedia.
Me encontre, con una historia en la cual un banquero de mediana edad (perfecto Song Kang-ho) esta harto de la rutina, de su jefe explotador, de su timidez frente al sexo opuesto y de su vida: ser un hombre de treinta y tantos años que vive con su padre y que no encuentra mejor escape que la practica profesional de la lucha libre.
La lucha libre, en la vida de este personaje sumiso, contenido y hasta absurdamente inmaduro, es el catalizador para que su vida cambie, para que tenga mas confianza en si mismo y se decida por afrontar y enfrentar los demonios que le impiden ser lo que quiere ser, para ello, se esconde en la mascara del "rey de las trampas", a fin de hacer lo que, el ser humano atras del disfraz no se decide.
Toda la cinta esta impregnada de un fino humor negro que habla de los miedos, afanes y fantasmas de nuestro personaje, su aprendizaje en el mundo de la lucha libre con toda la parafernalia que conlleva: Mascaras, mallas, sillas rotas, managers peligrosos y mucha violencia.
Es que en las peleas nuestro personaje se transforma y en vez de seguir con la coreografia pre establecida, ve en su rival de turno, a su enemigo y lo ataca con furia y rabia, haciendo de la lucha libre una batalla campal.
Ji-Woon nos regala una comedia regular de matices negros, en donde coloca a un ser normal y desilusionado de la vida, en batallas que le dan esa sensación de triunfo y gloria que no consigue en su vida normal, para ello debe ponerse la mascara y afrontar sus problemas como si de una lucha se tratara.
En lo estetico, Ji-Woon se nos adelanta a lo que seria su estilo futuro, cargado de elegancia y oscuridad, porque a pesar de ser una comedia, esta muy cargada de ese sentimiento de pesimismo que hace que la cinta sea pesada a pesar de robarnos algunas risas.
En lo personal, no es una excelente pelicula, pero mantiene el ritmo en especial, la pelea final casi asfixiannte y agotadora, la antitesis de la lucha libre, violenta y desagradable, pero que refleja lo que el director quiso lograr: llevar al ridiculo a un ciudadano mundanamente común en su primera victoria ajena al mundo en que vive, aunque sea una farsa o parodia, es su pequeña victoria.
Chowfanmometro: 07/10
domingo, octubre 29, 2006
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