Dirigida por Hiroyuki Nakano
De Hiroyuki Nakano conozco muy poco así como de su fascinación por el mundo del chambara, un genero de culto que esta impregnado en la historia del cine japones y que, Nakano vistiendolo de modernidad es quizas el unico que jugando con sus codigos intenta construir cintas con el sabor de antaño pero con el ritmo, color y velocidad del cine asiatico de estos últimos 20 años.
Como vuelvo a repetir es mi primer encuentro con Nakano y de lo que he podido leer, es un director que golpea directamente a los puristas del genero entregando chambaras a ritmos acelerados, rock occidental y un estilo visual mas cercano al videoclip de los 90 que al blanco y negro de esos famosos años 30.
Con Tajomaru, su última cinta nos entrega una historia con todos los ingredientes clasicos del Chambara, dos hermanos en posiciones de poder que de niños estan predestinados, uno de ellos a ser el guardian del Shogun y el otro ha protegerlo por el resto de sus dias, sin embargo el segundo, el menor de ellos, ama con locura a una joven llamada Oku y su bondad es tan grande que adopta en su casa a un joven ladrón que sera como un hermano para ellos.
Al crecer, este joven ladronzuelo que es adoptado por los hermanos, se unira misteriosamente (con muchas connotaciones homosexuales) al Shogun quien lo protegerá y tras su espalda, hundirá a los hermanos en una lucha de poder que hara que el menor de ellos huya con su amada de la casa que tanto amaron, en su huída conoceran a un ladron llamado Tajomaru quien le cambiara la vida para siempre y buscara adoptando su identidad recuperar tanto el lugar que tenia en su hogar, recuperar a su amada y vengar al amigo que obnubilado de poder lo desterro de todo lo que le pertenece.
Tajomaru es una cinta de espadas, lealtades rotas, mucha acción y un desenlace muy bien logrado que atrapa especialmente en su segunda mitad y tiene como climax esa sensacional pelea final, en la que se entremezclan el odio y el amor que sienten sus personajes.
Filmada con el clasicismo argumental de un chambara pero con un ritmo trepidante incluso coloreado con musica occidental muy moderna que difiere del mundo del chambara, este director nipon se arriesga con la mezcla de una historia y personaje clasico del cine japonés como lo es Tajomaru para aderezarlo con mucha humanidad, heroismo y ese toque de epica que tanto nos gusta a los que amamos el cine de acción asiatico.
Una pelicula que no tiene pierde en cuanto a pasar un buen rato, que sin embargo flojea en algunas actuaciones como la casi inexpresiva Yuki Shibamoto , destacando las actuaciones de Shun Oguri como Tajomaru y la sorpresa de la cinta, la actuación de un malvado e inescrupuloso Kei Tanaka en el papel de Sakuramaru.
Una cinta que se presta para una tarde de entretenimiento sin concesiones, donde hay acción, una trama palaciega, un excelente duelo de espadas, personajes carismaticos, un ritmo bien llevado y una apuesta por modernizar un genero tan clacisista para el publico japones como lo es el chambara, que esta vez se mueve entre las notas de Chester Bennington de Linkin Park, una mezcla interesante para una pelicula igual de recomendable.
Chowfanmometro: 08/10
Al crecer, este joven ladronzuelo que es adoptado por los hermanos, se unira misteriosamente (con muchas connotaciones homosexuales) al Shogun quien lo protegerá y tras su espalda, hundirá a los hermanos en una lucha de poder que hara que el menor de ellos huya con su amada de la casa que tanto amaron, en su huída conoceran a un ladron llamado Tajomaru quien le cambiara la vida para siempre y buscara adoptando su identidad recuperar tanto el lugar que tenia en su hogar, recuperar a su amada y vengar al amigo que obnubilado de poder lo desterro de todo lo que le pertenece.
Tajomaru es una cinta de espadas, lealtades rotas, mucha acción y un desenlace muy bien logrado que atrapa especialmente en su segunda mitad y tiene como climax esa sensacional pelea final, en la que se entremezclan el odio y el amor que sienten sus personajes.
Filmada con el clasicismo argumental de un chambara pero con un ritmo trepidante incluso coloreado con musica occidental muy moderna que difiere del mundo del chambara, este director nipon se arriesga con la mezcla de una historia y personaje clasico del cine japonés como lo es Tajomaru para aderezarlo con mucha humanidad, heroismo y ese toque de epica que tanto nos gusta a los que amamos el cine de acción asiatico.
Una pelicula que no tiene pierde en cuanto a pasar un buen rato, que sin embargo flojea en algunas actuaciones como la casi inexpresiva Yuki Shibamoto , destacando las actuaciones de Shun Oguri como Tajomaru y la sorpresa de la cinta, la actuación de un malvado e inescrupuloso Kei Tanaka en el papel de Sakuramaru.
Una cinta que se presta para una tarde de entretenimiento sin concesiones, donde hay acción, una trama palaciega, un excelente duelo de espadas, personajes carismaticos, un ritmo bien llevado y una apuesta por modernizar un genero tan clacisista para el publico japones como lo es el chambara, que esta vez se mueve entre las notas de Chester Bennington de Linkin Park, una mezcla interesante para una pelicula igual de recomendable.
Chowfanmometro: 08/10
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