
Cuando un astro del cine coreano como kwon Sang-woo, nos trae su última pelicula siempre van a ver opiniones divididas, unos que lo ven mas como un actor decente y otros que lo ven como un simple chico guapo que atrae a las salas de cine tan solo a las mujeres por su fisico.
Y esta Fate, dirigida por Kim Hae-gon, no es de esas peliculas que intenten ensalzar la belleza fisica de su protagonista, es mas aqui el reto esta en que el villano de la cinta es este coreano entre modelo y actor. Es mas el contrapeso del lado digamos que del bien, es Song Seung-heon, quien es el que busca cobrarle todas sus penurias al personaje de Sang-woo.
Fate ante todo es una cinta de acción y de gangster, por ello olvidemonos por un momento de los perjuicios previos a esta cinta respecto de sus protagonistas y centremonos en si, Fate como pelicula independiente a sus actores (quienes en mi modesta entender considero que cumplen en sus papeles) es satisfactoria o solo es producto del boom publicitario de este choque de "modelos".
Luego de verla, podemos decir que Fate es una pelicula interesante que a pesar de ello, no aporta nada nuevo al genero del cine de gangster, tiene escenas de acción muy bien logradas pero comunes para el cine de pandillas de Corea del Sur, tiene unas interpretaciones mas o menos cumplidoras y además tiene en su haber que cuenta con todo el respaldo técnico que casi siempre aporta la industria coreana, sin embargo, no llega a llenar las expectativas que esperaba de ella.
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