Dirigida por Lee Hwan-Kyung
En todos estos años de amar el cine asiático he aprendido que esos fotogramas unidos entre sí contando una historia siempre pueden darte una hermosa lección de vida, esas dos horas sentado frente al televisor pueden hacerte olvidar 22 horas del día en que la tensión, la amargura y muchas veces el dolor te aniquilan, es decir, una película puede ser el remedio perfecto para terminar la rutina con una sonrisa en los labios o una lagrima salvadora en las mejillas.
Cuando una cinta logra tocar esas fibras sensibles como espectador y me permiten reír contenidamente para no despertar a mi esposa y en instantes llorar desconsoladamente sin reparo, es porque me encuentro ante una de las mejores películas del año, a pesar de las criticas que leas en Internet respecto de su edulcorada y fantasiosa historia o de su extrema intención de jugar con tus sensaciones para arrancarte una sonrisa o una lagrima como un artificio que muchos describen como tramposo, poco importa, ya que son pocas las cintas que pueden lograr esa magia, ese punto de quiebre entre una historia que se olvida y que queda en un recuerdo vago y ese filme que queda en tu memoria, en la punta de la lengua siempre para recomendarla y que todos puedan disfrutar de su visionado.
Miracle in Cell N° 7 tiene esa chispa que puede llevarte de la risa al llanto con una facilidad impresionante, que te transmite ese amor entre el padre y una hija, que te conmueve ante la incapacidad absoluta de una justicia ciega y críticamente necia, que te atrapa por sus personajes bien construidos y cuya historia esta construida con pedazos de realidad y otros de ficción pero que en su conjunto posee la correspondiente dosis de polvos mágicos para hacerla una cinta impresionante, imperdible y emocionalmente maravillosa.
Un padre mentalmente discapacitado ( irreconocible y genial Seung-yong Ryoo) cría a su hermosa menor hija (Kal So-Won quien se roba la película) pero un hecho fortuito lo lleva a la carcel sin posibilidad de defenderse respecto de un asesinato, pero extraña tanto a su hija que buscara la forma junto a sus compañeros de celda de traerla a la prisión inicialmente a hurtadillas, pero poco a poco, la niña empieza a formar parte de la prisión y buscara a lo largo de su vida, como abogada limpiar el honor de su padre injustamente acusado.
Entre la comedia y el drama, en dosis similares y con una pizca de critica al sistema judicial surcoreano, Miracle in Cell No. 7 es un vehiculo perfecto para emocionar, reir y llorar sin tregua, en base a un humor muy bien trabajado y una historia emocionalmente demoledora, en donde, el trabajo de los actores principales y secundarios es excelente debido a la genial quimica que se desprende en toda la pelicula.
No es la pelicula perfecta desde el punto de vista de una critica especializada, es la pelicula perfecta para los que como espectadores valoramos el cine como una forma de disiparnos de la realidad, de escapar y de volar, algo que esta cinta surcoreana lo logra a la perfección, llega a las fibras mas sensibles del ser humano, promoviendo la risa, provocando un llanto desconsolador o la satisfacción de una reinvindicación ganada a pulso del personaje principal en su calidad de inocente, todo conjuga en una excelente cinta que va a perdurar, como ya lo hace, como una de las cintas mas taquilleras de la historia del cine surcoreano.
Genial, imperdible, sensible, emotiva, fantastica y magica son las palabras con las que describiria a esta peculiar y hermosa pelicula surcoreana, una cinta que va a cautivar a los que tengan las ganas de solo disfrutar y no tomarsela en serio, 10 puntos.
Chowfanmometro: 10/10