"Lo ultimo de la trilogia de Sono" |
Dirigida por Shion Sono
Empieza un nuevo año y que mejor que retomar las fuerzas para seguir brindando reseñas que con uno de mis directores favoritos, el genial y terrible director japonés Sion Sono, quien ahora nos trae esta inclasificable, perturbadora y enigmatica cinta que no dejara insatisfecho a ninguno de sus seguidores, en especial a este servidor.
Muy cercano al Pinku Eiga, Sono nos introduce en el alma de una mujer contraida y desposeida de feminidad por un marido obsesivo, desganado y incapaz de buscar en ella a la esposa que le cumpla sus placeres, preocupado el por escribir sus novelas que lo hacen un hombre famoso, es por esa soledad incomprendida que nuestro personaje cae en un abismo de sexo y desenfreno, un tour de force clasico en la cinematografia de Sion Sono y que habla, de la hipocrecia de la sociedad nipona respecto de la atención indebida a la mujer como objeto de servicio y no de deseo, es esa busqueda de una mujer por no reprimirse la que retrata el director enloquecido en su pelicula.
Megumi Kagurazaka (proxima esposa de Sono) es la musa aterradora y desenfrenada que cae en el submundo de la prostitución y el cine porno porque lastimosamente su marido es incapaz de tocarla, un ama de casa que se convierte en una femina insaciable de sexo, que lleva una doble vida sin quererlo, sin buscarlo, solo es arrojada al estilo Sono a un remolino de situaciones que la ponen al limite entre seguir siendo una esposa abnegada o con el perdón de las palabras, o seguir siendo la perra irrefrenable que en el fondo desea ser ante la represión impuesta por el marido, un autentico detonante que refleja a la sociedad nipona machista y desentendida del genero que los trajo al mundo, a ellos, Sono les escupe sabiamente en la cara.
Sono ahonda en la degradación humana pero a través de la satanización del sexo como detonante para golpear a la sociedad nipona, algo que es una constante en su cine, en donde a través de una sumisa mujer y su relación con un crimen sin resolver, se van explorando todos los caminos al infierno por lo que tiene que pasar esta aparente inocente mujer que espera explotar sexualmente con su marido pero que encuentra en otros lo que en casa nunca esta y por ello, tiene que descender a la miseria humana mas deplorable, cruel y estrepitosa a la que Sion Sono nos tiene acostumbrado.
Una película brutal y visualmente transgresora, de esas que te rondan la cabeza por meses, en especial 3 que me dejaron impavido frente a la pantalla, la escena del espejo, la de la micción frente a los niños y la brutal escena frente al esposo, marcas visuales que no dejan paso a la imaginación y son filmadas con entereza del critico directo, mutante e incomprendido que espero, no cambie con el paso del tiempo, algo que es lo que me gusta de Sono que su cine siempre mantiene ese placer por abofetear al espectador.
Una critica madura y directa de la hipocrecia del rol de la mujer en la sociedad nipona, el mito del buen esposo y de la esposa perfecta en casa, se desmitifica en esta cinta, donde Sion Sono plantea la libertad sexual como una especie de castigo para la mujer nipona, un deseo reprimido y cumplido puede ser un verdadero infierno en el cuerpo de una mujer.
La primera película del año es un ejercicio de estilo que mantiene el director con una calidad gratificante, aunque con un cine que pocos pueden entender y que es apreciado por los que amamos su capacidad de desligarse de los convencionalismos, de tirarte la mierda en la cara con ventilador y disfrutar de ello, un espacio cedido a directores como Miike, Kim Ki Duk y otros, que hacen que el cine asiatico de vez en vez, nos sorprenda con propuestas tan arriesgadas que lo hacen diferente. Imperdible.
Chowfanmometro: 09/10
Estoy de acuerdo con casi todos los adjetivos que le dedicas a esta película, pero a mí me ha resultado demasiado perturbadora y me ha producido "mal rollo".
ResponderEliminarEn comparación con la genial "love exposure" y "Cold fish", esta tercera parte de la trilogía no ha terminado de gustarme.
Eso sí, no dejará indiferente a nadie...
Habría que ver esta película entonces.
ResponderEliminarUn féliz año y felicitaciones por este excelente blog, que es uno de mis favoritos, me gusta mucho este cine asiatico, tan propio suyo, son de las peliculas siempre te sorprenden con algo, sobre todo el final. Y tus criticas, siempre me han servido para ver una buena película y también como la mejor parte, no ver una mala película.
bueno y es que acaso todavia se ve ese comportamiento en los matrimonios de jovenes en japon?
ResponderEliminarIncreible que las jovenes japonesas se sigan aguantando ese trato.
cada día que pasa y con cada película nueva que veo de Sono, me doy cuenta que es un tipo jodido. su cine es crudo, visceral... a veces se pasa de rosca pero este tipo nunca te deja indiferente. buena película
ResponderEliminarTuve la suerte de disfrutarla en el cine hace un par de horas. Me decidí por ella gracias a tu reseña y no me arrepiento en lo más mínimo. Aun siento las carcajadas del director durante los créditos de la película, burlándose de un espectador inocente que esperaba una película ordenada y justa (incluso me engañó con sus "chapters"). Además de todo lo que mencionas también la recomendaría por la intensa música durante toda la película que no deja reposar los tímpanos ni un segundo.
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