
Hong Kong, 1978
Dirigida por Yuen Woo-ping
Cuando tenia 07 años, mi padre me llevo al cine Brasil (un cine en Lima que hoy es una iglesia evangelistica) a ver "El maestro Borrachon", una cinta asiatica que quizas despues de Hardboiled de John Woo, fue la primera pelicula oficial que mis ojos pudieron disfrutar de la cinematografia asiatica, en esa epoca aun insipida.
Ese recuerdo imborrable, quedo grabado en mi mente por mucho tiempo quizas también porque fue una de las pocas veces que fui con mi padre al cine, pero además porque la combinación de comedia y acción en base al arte del Kung Fu hicieron estragos en mi aun corta conciencia, sin saber que años mas tarde ese cine (en sus diversas vertientes) dominaria pronfundamente mi vida.
Y entonces me decidi volver a verla, en esas epocas ni por asomo entendia que aquel joven gamberro que es obligado a reformarse con la ayuda de un anciano experto en Kung Fu y dopado toda la cinta producto del buen vino, sería nada menos que el hoy, venerado y ya maduro Jackie Chan y que el director de tan simpatica ya a la vez monumental cinta, seria el hoy revolucionario Yuen Woo-ping.
Coreografias de infarto y originales, una maestria plastica tanto de alumno como maestro, Chan en su plenitud fisica y atletica es un deleite y ya se perfilaba su capacidad histrionica especificamente en la senda del humor que tan bien funcionan en esta estupenda cinta, un deleite para los amantes del Kung Fu y de la buena comedia.
Ese recuerdo imborrable, quedo grabado en mi mente por mucho tiempo quizas también porque fue una de las pocas veces que fui con mi padre al cine, pero además porque la combinación de comedia y acción en base al arte del Kung Fu hicieron estragos en mi aun corta conciencia, sin saber que años mas tarde ese cine (en sus diversas vertientes) dominaria pronfundamente mi vida.
Y entonces me decidi volver a verla, en esas epocas ni por asomo entendia que aquel joven gamberro que es obligado a reformarse con la ayuda de un anciano experto en Kung Fu y dopado toda la cinta producto del buen vino, sería nada menos que el hoy, venerado y ya maduro Jackie Chan y que el director de tan simpatica ya a la vez monumental cinta, seria el hoy revolucionario Yuen Woo-ping.
Coreografias de infarto y originales, una maestria plastica tanto de alumno como maestro, Chan en su plenitud fisica y atletica es un deleite y ya se perfilaba su capacidad histrionica especificamente en la senda del humor que tan bien funcionan en esta estupenda cinta, un deleite para los amantes del Kung Fu y de la buena comedia.
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